miércoles, 3 de noviembre de 2010

LÍRICA ESPAÑOLA: DE LOS ORIGENES A LA ACTUALIDAD


La lírica española surgió hacia el siglo IX con una profunda influencia de la cultura árabe. Con el transcurso del tiempo se afianzó y durante el Siglo de Oro llegó a su esplendor con poetas como Góngora y Quevedo. Las transformaciones no han cesado desde entonces.

La lírica española ha pasado por varias etapas desde sus orígenes: lírica medieval, renacentista, barroca, neoclásica y romántica. En el siglo XX hubo varias tendencias como las generaciones del 98 y del 27, además de la poesía de posguerra.

A lo largo del tiempo, la lírica mantiene su intención de transmitir las emociones del poeta.





CARACTERÍSTICAS DE LA LÍRICA



La palabra lírica define todo aquello relativo o perteneciente a la lira o a la poesía propia para el canto. Sus orígenes son griegos: se trata de aquella poesía que no estaba destinada a ser leída, sino hacer recitada ante el público por individuo o por un coro, acompañado de algún instrumento de música, sobre todo de la lira.

El término lírica define uno de los tres principales géneros literarios, que comprende las composiciones de carácter subjetivo y, en general, todas obras en verso que no son narrativas o dramáticas.

La poesía lírica se caracteriza por la musicalidad, por su temática basada en la introspección y por la expresión de los sentimientos mas profundos del ser humano: la soledad, la muerte, el dolor, la ausencia, el fracaso, la nostalgia, etc. El poeta expresa de manera inmediata y directa una emoción determinada.

Existe además una acumulación de imágenes y conceptos de valor simbólico. La poesía es de carácter subjetivo y se expresa en con frecuencia  en primera persona. Para ello los autores se valen en diferentes recursos literarios y estilísticos.


ORIGEN DE LA LÍRICA ESPAÑOLA



 La historia de la poesía española esta ligada a la presencia de la cultura oriental (judía y sobre todo árabe). Con su peculiar manera de entender la poesía, los árabes y judíos establecidos desde el siglo VIII en el sur de España (hoy Andalucía) no sólo contribuyeron a la formación de la lírica española, sino también a la transformación de la poesía europea en general.

Los textos más antiguos de la lírica española reflejan la influencia de la cultura oriental en sus temas y en sus aspectos formales.

Estos textos fueron escritos en tres lenguas: gallego-portugués, catalán y castellano.

Las distintas manifestaciones de la lírica revelan en su forma y en su contenido una vinculación con poemas bíblicos como” El cantar de los cantares”, atribuido al rey Salomón.

A diferencia de los textos extensos, graves y sentenciosos de los clásicos griegos y latinos, estos poemas eran breves, espontáneos y utilizaban palabras e imágenes de la vida cotidiana. Tenían como temas principales el amor a una dama y también la religiosidad, a partir  de escenas sencillas y emotivas.


FORMAS LÍRICAS PRIMITIVAS


Zejel: proviene del árabe zayal, que significa melodía. Fue un poema hispanoárabe del periodo almorávide (siglo XI y XII). Representó una expresión poética popular, que en algunos casos incluía términos propios del habla romance de la época. Uno de sus grandes representantes fue Ibn Quzmán (1100-1160) autor de un cancionero.

Villancicos: fueron composiciones cortas como el zejel. Presentaban un estribillo que se repetía al comienzo y al final del poema.

Han llegado hasta nosotros a través  de cancioneros de los siglos XV y XVI. El amor y la naturaleza, con sus muchas variaciones, fueron los temas más frecuentes de estas canciones castellanas.


TEXTOS Y AUTORES DESTACADOS









 En 1947 fundó en San Sebastián, con su inseparable Amparo Gastòn, la colección de poesía (Norte) Obtuvo en 1956 el Premio de la Crítica por su libro (De claro en claro), al que siguieron entre otros, “Plural” 1935, “Cantos Íberos” 1955, “Casi en prosa” 1972, “Buenos días, buenas noches” 1976 y “Penúltimos poemas” en 1982.




MOMENTOS FELICES



Cuando llueve, y reviso mis papeles, y acabo        
tirando todo al fuego: poemas incompletos, 
pagarés no pagados, cartas de amigos muertos,

       
fotografías, besos guardados en un libro, 
renuncio al peso muerto de mi terco pasado,        
soy fúlgido, engrandezco justo en cuanto me niego,
y así atizo las llamas, y salto la fogata,        
y apenas si comprendo lo que al hacerlo siento, 

¿no es la felicidad lo que me exalta?        





Cuando salgo a la calle silbando alegremente 
--el pitillo en los labios, el alma disponible--        
y les hablo a los niños o me voy con las nubes, 
mayo apunta y la brisa lo va todo ensanchando,        
las muchachas estrenan sus escotes, sus brazos 
desnudos y morenos, sus ojos asombrados,        
y ríen ni ellas saben por qué sobreabundando, 
salpican de alegría que así tiembla reciente,        
¿no es la felicidad lo que siente? 


Cuando llega un amigo, la casa está vacía,        
pero mi amada saca jamón, anchoas, queso, 
aceitunas, percebes, dos botellas de blanco,        
y yo asisto al milagro --sé que todo es fiado--, 
y no quiero pensar si podremos pagarlo;        
y cuando sin medida bebemos y charlamos, 
y el amigo es dichoso, cree que somos dichosos,        
y lo somos quizá burlando así a la muerte, 
¿no es felicidad lo que trasciende?















Su obra poética es muy abundante. Su primer poemario, Subida al Amor (1945), descubría la vena reflexiva existencialista o de poesía desarraigada de los jóvenes poetas que asumieron dramáticamente tras la Guerra Civil española  el conflicto entre una visión existencialita de la vida y una profunda

fe religiosa. En la misma línea y más cerca de cierto misticismo siguió Primavera de la muerte (1946); ambos libros reeditados juntos con el título Hacia otra luz (1950).





MUCHO TE QUISE



Mucho te quise y con dolor te miro
cuando aquí pasas con tu sueño a cuestas.
Mas para siempre, desde lejos, hondos
mis ojos te recuerdan.


Aquí en la tarde te contemplo
pasar hostil y sin clemencia.
Vas dura con tu sueño amargo y triste.
Ingrato sueño que el amor te veda.















 Aunque Góngora no publicó sus obras (un intento suyo en 1623 no fructificó), éstas pasaron de mano en mano en copias manuscritas que se coleccionaron y recopilaron en cancioneros, romanceros y antologías publicados con su permiso o sin él. El manuscrito más autorizado es el llamado Manuscrito Chacón (copiado por Antonio Chacón, Señor de Polvoranca, para el Conde-Duque de Olivares, ya que contiene aclaraciones del propio Góngora y la cronología de cada poema; pero este manuscrito, habida cuenta del alto personaje al que va destinado, prescinde de las obras satíricas y vulgares.


EN LA MISMA OCASIÓN



Del mayor Rey, cuya invencible espada

Esta de flores, cuando no divina,
Industrïosa unión, que ciento a ciento
Las abejas, con rudo no argumento,
En ruda sí confunden oficina,



Cómplice Prometea en la rapina
Del voraz fue, del lúcido elemento,
A cuya luz suave es alimento
Cuya luz su recíproca es ruina.

Esta, pues, confusión hoy coronada
Del esplendor que contra sí fomenta,
Por la salud, oh Virgen Madre, erijo


Del mayor Rey, cuya invencible espada
En cuanto Febo dora o Cintia argenta
Trompa es siempre gloriosa de tu Hijo.
 

4 comentarios:

  1. muy interasante pero deberias profundizar mas en la historia marcando la evolucion de la lirica española

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  2. esta super aunque me gustaría que profundicen más en las etapas y movimientos pero esta informacion me salvo por favor sigan publicando y compartiendo

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